Perfil

Cuando todos tus tutores del colegio y del instituto coinciden en destacar tu hiperactividad, tienes muchas papeletas para acabar como periodista. No es que quiera responsabilizarlos de la elección que tomé a los 18 años de mi futura profesión, pero periodismo, hiperactividad y curiosidad van irremediablemente cogidos de la mano.

Mi paso por la universidad sirvió para encauzar este exceso de actividad hacia la actualidad, la información diaria y la comunicación. Trabajar en el gabinete de comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca, la agencia Eteria Marketing y Comunicación, el periódico El Comercio de Gijón y la Oficina Portavoz del Gobierno del Principado de Asturias también la aplacó. En parte.

Por si mi hiperactividad no tuviera suficiente, nada más licenciarme en Periodismo comencé a cursar el Grado de Geografía e Historia en la UNED. Y ahora busco una mayor especialización a través del Máster en Periodismo de Investigación, Datos y Visualización organizado por la Universidad Rey Juan Carlos y el diario El Mundo.

Ahora que después de tantos años mi hiperactividad se ha desbordado, confío en que este blog vuelva a encauzarla. Aunque mi hiperactividad siempre ha tenido una tremenda ferocidad.