Periodismo por doquier

No hay semana en la que los medios impresos y digitales no recojan una entrevista a un periodista de postín o un análisis sobre el futuro del periodismo. Sin ir más lejos, la semana pasada hubo un exceso de estas informaciones. El domingo 23 de septiembre, El País abordaba con detalle la Ley de Transparencia. Unos días más tarde, el periodista Gumersindo Lafuente expresaba en Jot Down Magazine sus tesis sobre el futuro del periodismo, visión que horas más tarde fue ‘contestada’ por Pedro J. Ramírez en El Mundo. El domingo 30 era ABC el que entrevistaba al periodista estadounidense Jon Lee Anderson. Y para empezar el mes, Jot Down Magazine volvía a poner en su portada a un periodista: Javier Gallego.

Que conste que a mí todos estos artículos me resultan de especial interés. No en vano, soy periodista. Pero dudo de que la mayoría de los lectores se detengan un minuto para conocer los retos del futuro para el periodismo. En otras palabras: los ciudadanos quieren que los periodistas les cuenten la actualidad política, económica y social que les rodea y no los problemas específicos de este oficio. Para debatir sobre este tema ya se celebran mesas redondas a las que asisten los profesionales de la información y charlas para los estudiantes universitarios.

Desde que leo periódicos, es la primera vez que percibo esta manía de los periodistas de hablar en las páginas de los periódicos sobre periodismo, exceptuando las típicas informaciones sobre los datos de difusión y lectores así como los cambios de diseño del medio en cuestión. No creo que sea el espacio idóneo, como ya he mencionado anteriormente, sino que se trata de un debate que se debe abordar en círculos más cerrados con profesionales de otros medios. Tampoco es que crea en estos augurios sobre el nuevo modelo informativo, más que nada por que desde siempre el futuro del periodismo se ha desarrollado mientras se hacía periodismo. No me imagino a Larra, Hemingway o Enrique Meneses hablando en público sobre el futuro del periodismo entre reportaje y reportaje.

Tengo la sensación de que todas estas entrevistas vienen a satisfacer la demanda de información de un público específico de los periódicos: los muchos periodistas en paro que diariamente devoramos la información. Pero esto tiene un peligro: que el resto de lectores -que es la mayoría, no lo olvidemos- aumente su recelo hacia la profesión periodística al saltarse uno de los principios básicos de este oficio: el periodista nunca debe ser protagonista de la noticia.